“Imploro la conversión de los violentos y aliento a cuantos, con enormes dificultades, trabajan por la paz en aquella tierra martirizada”, dijo el Pontífice.
Una vez más un apremiante llamamiento se hizo oración en la Plaza de San Pedro. El Papa Francisco expresó su dolor y firme condena ante el atentado terrorista que enlutó la capital somalí, perpetrado con un camión bomba contra uno de los hoteles más populares y céntricos que causó numerosas víctimas.
“Deseo expresar mi dolor por la matanza perpetrada hace algunos días en Mogadiscio, Somalia, que ha causado más de trecientos muertos, entre ellos algunos niños”.
“Este acto terrorista merece la más firme condena, también porque se ensaña sobre una población ya tan probada. Rezo por los difuntos y por los heridos, por sus familiares y por todo el pueblo de Somalia”.
“Imploro la conversión de los violentos y aliento a cuantos, con enormes dificultades, trabajan por la paz en aquella tierra martirizada”.
El Papa deseó a los peregrinos del mundo que participaron en su Audiencia General que su “peregrinación a Roma reavive su comunión con el Sucesor de Pedro y la Iglesia universal y los haga testimonios de Cristo en sus iglesias locales” y “testigos de esperanza en este mundo, en especial para cuantos viven en el dolor”.
“Cuando nuestras vidas experimentan pruebas y dolores, recordemos que Jesús nos ha dicho: ‘Yo soy la resurrección y la vida’”, reiteró el Santo Padre en sus palabras de aliento y bendición a los peregrinos de tantos países, haciendo hincapié en el tema elegido para su catequesis central, sobre la esperanza cristiana ante la muerte.
“Solo la luz de Jesús puede transformar las tinieblas de la tumba en victoria; la amargura de la separación en la dulzura del encuentro; y la derrota de la cruz en el amanecer de la Resurrección: solo la fe puede cambiar la vida terrena de un final absurdo a un comienzo glorioso para la vida eterna”.
Al coincidir su Audiencia General con el día en el que la Iglesia celebra al santo evangelista al que San Pablo llama ‘Lucas, el médico muy amado’, el Papa lo recordó en sus palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados:
“Hoy es la fiesta de san Lucas, evangelista y médico. Queridos jóvenes, que su testimonio de vida los impulse a tomar opciones valientes de solidaridad y ternura; queridos enfermos, que siguiendo sus enseñanzas puedan encontrar en Jesús el remedio a vuestros sufrimientos; y ustedes, queridos recién casados, pidan su intercesión para que en vuestra nueva familia nunca falte la atención a cuantos sufren”.
También destacó el Santo Padre que, en el día de san Lucas, evangelista, en Polonia se celebra la fiesta patronal de los Agentes Sanitarios: “Recuerden en la oración a todos aquellos que cuidan a las personas enfermas con dedicación y espíritu de sacrificio. Que nunca les falten las fuerzas, los buenos resultados y la alegría en el servicio que desarrollan. Que Dios los sostenga y recompense el bien y la esperanza que infunden en los corazones de los enfermos». (CdM)
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Fuente: http://es.radiovaticana.va