Preocupación en UNICEF por los niños acogidos en institutos en Europa y Asia Central: 456.000 viven actualmente en centros de acogida.
No tienen ningún lugar al que llamar realmente “casa”: son los 456.000 niños de Europa y Asia Central que viven en instituciones de acogida. Así lo revela el último informe de UNICEF, según el cual la tasa de niños que viven en instituciones en estas regiones duplica la media mundial, es decir, 232 niños por cada 100.000 frente a 105 por cada 100.000 en todo el mundo.
Todo ello tiene graves consecuencias para los menores, ya que “la separación de las familias”, así como “la negligencia emotiva”, convierten a menudo a los más jóvenes en víctimas de “abusos y explotación, exponiéndolos a problemas de salud mental, angustia psicológica y traumas”. Los que crecen en una institución, además, pueden “tener dificultades para establecer relaciones positivas durante la infancia y la edad adulta, sintiéndose aislados y solos”, además de correr el riesgo de “sufrir retrasos cognitivos y del lenguaje y entrar en conflicto con la ley”. Por no hablar de que las dificultades aumentan para los niños con discapacidad: en más de la mitad de los países monitorizados por UNICEF, su porcentaje en todo tipo de centros residenciales formales aumentó de forma constante entre 2015 y 2021, hasta alcanzar casi el 87%.
La separación de las familias”, así como “la negligencia emotiva”, convierten a menudo a los más jóvenes en víctimas de “abusos y explotación, exponiéndolos a problemas de salud mental, angustia psicológica y traumas”.
Afortunadamente, no faltan noticias positivas: el informe de UNICEF muestra que desde 2010 muchos países han visto disminuir el porcentaje de niños que viven en centros de acogida. En Bulgaria, Moldavia y Georgia, por ejemplo, “los gobiernos han realizado importantes inversiones en la asistencia familiar”. Lo mismo ocurre en Turquía y Rumania, donde ha habido “inversiones en la promoción del acogimiento familiar”.
Frente a todo esto, el Fondo de la ONU para la Infancia pide “el cierre sistemático de los grandes centros utilizados para alojar y educar a los niños”, acompañando este cierre con “una atención de alta calidad basada en la familia y la comunidad”. “Todavía nos queda un largo camino por recorrer”, afirma Regina De Dominicis, directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, “antes de poner fin al largo y doloroso legado de la institucionalización de los niños” en estas regiones del mundo.
Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.