Nadjwa Mahamat Siddik, una refugiada sudanesa de 36 años, imparte clases en la escuela de primaria Al Nahda en el campamento de refugiados de Djabal, en el este del Chad.
Nadjwa Mahamat Siddik, una refugiada sudanesa de 36 años, imparte clases en la escuela de primaria Al Nahda en el campamento de refugiados de Djabal, en el este del Chad. Su vida personal y profesional mejoró tras participar en el Programa de Formación Docente del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) Chad. Uno de los principales objetivos del programa es la capacitación profesional en la Escuela Normal Bilingüe de Abéché, enfocada en la educación y formación de maestros y que proporciona una de las únicas capacitaciones acreditadas para trabajar en el sistema de educación pública chadiano. Los maestros refugiados que se preparan en la Escuela Normal y pasan sus exámenes, obtienen una licencia para enseñar en el Chad.
—Háblanos de cómo era tu vida y qué estaba sucediendo entonces cuando te involucraste por primera vez con el JRS.
Comencé la docencia en 2012 en la escuela Tadjadine Soudanie [en el campamento de refugiados de Djabal]. En ese momento, cada maestro era responsable de una asignatura específica. En otras palabras, un maestro enseñaba árabe, o geografía e historia, o matemáticas, etc.
Después, el JRS vino y ofreció a los maestros una formación interdisciplinar en la Escuela Normal.
Esta formación fue muy importante para mí. Ya no imparto una sola materia, ahora las enseño a todas. Me siento increíblemente feliz de poder estudiar en la Escuela Normal, ya que adquirí los conocimientos y técnicas pedagógicas que se precisan para ayudar a mis alumnos.
—¿En qué punto de tu vida sientes que estás hoy?
Gracias a Dios y con la ayuda del JRS, ahora estoy preparando mis clases sin ninguna dificultad. Me levanto todas las mañanas con todos los temas bien preparados. Mi vida ha cambiado para mejor tanto para mi familia como para la escuela.
Espero que más maestras disfruten de estas formaciones profesionales para el desarrollo docente.
—¿Cómo marcó el JRS la diferencia en tu vida?
Ha habido muchos cambios desde que participé en el programa de capacitación de maestros del JRS. Mi relación con otros profesores y estudiantes en la escuela ha mejorado. Tengo más confianza en mantener a mi familia y no depender de mi esposo, ya que mis ganancias han aumentado con mi nuevo puesto de profesora. Puedo permitirme dar educación a mis hijos, proporcionarles material escolar y una atención médica adecuada.
—El JRS habla de estar junto a las personas a las que servimos y de acompañarlas en su camino. ¿Qué significa el acompañamiento para ti?
La forma en que el JRS acompaña a los maestros y maestras es perfecta. Envían grupos para que se capaciten sin hacer distinciones entre ellos, y no dejan a nadie atrás.
—Lea más testimonios de nuestras contrapartes y compañeros aquí.
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Fuente: https://jrs.net/es