Siete propuestas (y unas cuantas ideas) para las JMJ de Lisboa

Jóvenes portugueses sueñan cómo será la gran Asamblea juvenil de 2022. ¿Una Jornada Mundial en África en 2025? Es el único continente que aún no la ha acogido.

Música, cultura y encuentros interreligiosos para el programa. Y, como temas, la paz, el servicio, la resurrección y la centralidad de Cristo, la comunidad, la espiritualidad, la importancia y el papel de los jóvenes en la Iglesia, la misión de los cristianos…

¿Y quién conoce a los Hillsong United? Banda australiana de pop/rock contemporáneo, ellos llenan pabellones con sus conciertos, como muchas otras bandas de música. Es una sugerencia de Mónica Ribau, estudiante de doctorado en cambios climáticos, para hacer un concierto de música católica, en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que tendrá cita en Lisboa, en el verano de 2022, como se anunció al final de las JMJ de Panamá, este domingo 27.

Si hablamos de música de inspiración bíblica, podría incluso hablarse de los U2, cuyos poemas están llenos de inspiración bíblica. Pero hay otras ideas, propuestas a 7MARGENS por diez jóvenes que han estado en Panamá y otros que se han quedado en Portugal: una tela humana con todos los participantes de las JMJ cantando el himno de las jornadas; una pintura a gran escala; invitar a la participación a creyentes de otras religiones (en Panamá, el jesuita italiano Antonio Spadaro registró en Twitter un cartel de saludo de la comunidad islámica local al Papa y el gesto de los musulmanes de haber ayudado con agua y comida); conectar más las JMJ a las artes, explorando diferentes vertientes culturales y tradiciones; promover actividades lúdicas, siempre referenciadas a Jesucristo, en lugares diferentes; crear un himno internacional, con contribuciones de todo el mundo, filmando el videoclip en Portugal; y hacer un himno “cautivante y que quede en el oído”, conjugado con una coreografía.

Las voces que escuchamos no se quedan por las propuestas para el programa y sugieren también aquel que podría ser el tema central del acontecimiento. La resurrección de Jesús, sugiere Rui Teixeira, médico, miembro del Cuerpo Nacional de Escutas y médico. Teixeira, que participó en marzo de 2018 en el encuentro pre-sinodal que reunió a 300 jóvenes en el Vaticano, añade que “varios expertos bíblicos se pueden tomar para meditación, centrándose siempre en la cuestión de Jesús Resucitado, razón de ser de nuestra fe, esperanza de las nuevas generaciones, en un mundo tan marcado por odios, violencias, deshonestidad”.

Francisco Power, de 20 años, sugiere una frase bíblica: “Haced todo lo que Él os diga”. Como Paula Teixeira, de 25, de Madeira, que estudia en Braganza: “Permaneced en mí, y yo permaneceré en vosotros”. Otras sugerencias: “Amar a Dios es servir” (Diogo Chuva), la espiritualidad (José María Ceregeiro), la importancia de los jóvenes en la Iglesia y el cambio en la sociedad (Manuel Rocha), la misión (Joana Serôdio), la experiencia de comunidad (Marília Maia y Moura) o la paz, de nuevo con una cita bíblica: “Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón…” (Juliana Santos).

Además de los temas o propuestas para el programa, Rui Teixeira llama la atención sobre el proceso que los viajes deben ser: “La JMJ en Portugal —recuerdo que el anuncio oficial se refiere a Portugal y no a Lisboa— debería, en mi ver, ser una oportunidad para la Iglesia en Portugal de trabajar en conjunto. Ciertamente, los principales actos se concentrarán en Lisboa, pero la JMJ debe ser un proceso —más que un evento— para todas las veinte diócesis, como ha dicho el patriarca de Lisboa”. Para que “sean muchos, aprovecharse de esta oportunidad para acercarse a Dios, no solo en aquellos días, sino ciertamente también en el camino que tenemos que recorrer desde allí”.

Sobre un camino habla también el padre Augusto Gonçalves, que encabezó la pastoral juvenil de la diócesis de Leiria-Fátima y también a nivel nacional, durante 25 años, y que estuvo en las JMJ de Buenos Aires, las primeras realizadas fuera de Roma, en 1987. Recuerda la cruz entregada por el Papa Juan Pablo II, como “signo de la misión dada a todos los jóvenes” para llevarla a todo el mundo, signo de un Dios que se entrega totalmente y que envía a los jóvenes a seguir el mismo camino.

La cruz, dice, en la expectativa de la JMJ en Lisboa, es “llevar a todos el signo del gran amor de Dios, todos los retos a seguir en el mismo camino”. Pero eso debe ser hecho dando espacio al “protagonismo juvenil, en este mundo que es de todos y donde los jóvenes tienen una misión muy importante, como afirma el Papa”.

Con Juan Pablo II, Augusto Gonçalves aprendió también a “ir al encuentro del mundo, sin miedo, pero con propuestas concretas y evangélicas”. Y de lo que aprendió de esos tiempos, destaca también siete “actitudes pastorales bien necesarias hoy”: desde luego, la simplicidad en el ser; el “coraje en el actuar y el seguir a Jesucristo, sin miedo”; la “comprensión de los más carentes a todos los niveles” y la esperanza “de que el mundo puede ser mejor con la ayuda de cada persona”.

También la interioridad “que me lleva a dar la vida y a actuar con calidad, porque los valores parten del corazón y no del exterior”, y ser capaces de dialogar serenamente y de modo frontal, sin miedos. Finalmente, es importante también una “fuerte aproximación y aprendizaje con los hermanos cristianos”, de modo que católicos, protestantes, evangélicos, ortodoxos o anglicanos, sean capaces de sentarse a la misma mesa.

Por último, ¿qué puede aún traer una JMJ en Lisboa, a diferencia de las precedentes? En sus reacciones al anuncio oficial, en Panamá el patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, ha destacado el puente a África que Portugal puede significar. En una entrevista con Jornal de Notícias, todavía en Panamá, dijo el cardenal: “Pensamos en Portugal, teniendo presentes a los hablantes del portugués, a nuestros hermanos de África y Brasil, que tienen una fuerte tradición en participar en las JMJ. Ciertamente podemos contar con muy significativa presencia de jóvenes de los países lusófonos”.

Si es demasiado pronto para saber cuántos jóvenes estarán en Lisboa o qué necesidades logísticas es necesario superar, ya se puede predecir que la JMJ será el evento más grande jamás celebrado en Portugal, durante varios días. También es cierto que los obispos portugueses se han comprometido a que haya muchos católicos de África en Lisboa en el año 2022. Por lo tanto, también puede empezar a preguntarse si la JMJ en la capital portuguesa ayudará a consolidar otra de las novedades: una Jornada Mundial de Juventud en África, el único continente donde hasta ahora no hubo ninguna.

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Fuente: http://setemargens.com / www.periodistadigital.com/religion

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