Arzobispo de Seúl: “Descubrirán una nueva cultura, un sabor diferente”.
Después de que el k-pop, como se conoce a la industria musical coreana, se haya convertido en un fenómeno mundial de masas, Corea del Sur espera ahora atraer a jóvenes católicos de todo el mundo con la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que acogerá Seúl en 2027.
“En los últimos años miles de jóvenes de diferentes países han conocido Corea a través de nuestra cultura, como el k-pop y los k-dramas (series de televisión), y creemos que los visitantes estarán muy impresionados”, dijo el domingo, 6 de agosto, en rueda de prensa en Lisboa el arzobispo de Seúl, Peter Chung Soon-taek.
El Papa Francisco anunció el domingo 6 de agosto, durante la misa final de la JMJ de Lisboa, que reunió a un millón y medio de personas, que la próxima ciudad que acogerá la macrocita católica será Seúl.
La delegación coreana asume que, en un país donde el catolicismo es minoritario y rodeado de otros Estados donde tampoco es la religión principal, no pueden aspirar a reunir a millones de jóvenes en 2027, pero confían en que también sea un éxito.
“Decenas de miles de jóvenes de todo el mundo irán a Seúl”, aseguró el arzobispo, que avanzó que esperan un impacto algo superior al que tuvo la JMJ de Sydney (Australia, 2008), con unas 300.000 personas.
El objetivo es “impulsar conexiones” entre los jóvenes y que “vivan un intercambio de culturas e historias de vida”.
“Es una gran oportunidad para que Corea comparta su cultura y su diversidad con el mundo”, insistió Chung Soon-taek, que señaló que también permitirá a los católicos “desarrollar y alimentar su poder espiritual y madurar a través de su fe”.
“Es una gran oportunidad para que Corea comparta su cultura y su diversidad con el mundo”.
La Iglesia surcoreana también espera que tenga un impacto sobre los fieles del país, después de que con la pandemia el número de jóvenes que van a misa ha bajado.
“Esperamos que los preparativos y la propia JMJ sean una gran oportunidad para desarrollar un mayor vínculo entre la juventud”, insistió.
La JMJ de Corea, donde solo el 10% de la población es católica, será la segunda que acoge Asia después de la que se celebró en Filipinas en 1995.
“En realidad, esta Jornada Mundial de la Juventud es una gran oportunidad para todos nosotros, porque, aunque nuestra cultura y nuestro idioma sean diferentes, podemos sentir que somos el mismo pueblo de Dios, somos uno. Así que esta JMJ es una gran oportunidad para sentir este tipo de unidad en Cristo. La próxima vez en Corea, los que vengan a nuestro país descubrirán la cultura coreana, un sabor diferente, pero también sentirán la unidad en Cristo. Será una gran oportunidad y un momento de gracia”, señaló el arzobispo de Seúl en declaraciones a Vatican Media. (RD/EFE)
Fuente: www.religiondigital.org / Imagen: Pexels.