Estancamiento del acuerdo sobre las exportaciones de cereales ucranianos al Mar Negro entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdoğan. Desde Moscú la condición es que se levanten las restricciones a los productos agrícolas rusos, pero Erdogan subraya que han puesto sobre la mesa varias propuestas que podrían desbloquear la situación.
Moscú no cambia la postura que ya ha reiterado en el pasado: Rusia solo podría restablecer los acuerdos sobre las exportaciones de cereales ucranianos a través del Mar Negro si se eliminan las actuales restricciones a la exportación de productos agrícolas rusos.
Por lo tanto, ningún acuerdo sobre esta cuestión se materializó el lunes en la esperada reunión en Sochi entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, quien, por otra parte, aseguró haber presentado al mandatario ruso nuevas propuestas, examinadas con la ONU, que podrían llevar a Rusia a dar marcha atrás en su negativa a restablecer los acuerdos.
Un camino, el de la reanudación de los acuerdos del 2022 entre Rusia y Ucrania, que pasa, según Moscú, precisamente por el memorando adoptado entonces, tras la mediación de Ankara y Naciones Unidas, que preveía la eliminación de los obstáculos a las exportaciones de cereales rusos, pero que, subraya Putin, nunca se ha aplicado.
Las sanciones occidentales, se recordó en la reunión, aunque no afectan directamente a las exportaciones de alimentos, se convierten en muros infranqueables con las restricciones impuestas a los bancos, la logística y los seguros. Además, Putin acusó a los ucranianos de utilizar los corredores humanitarios reservados a los buques en el Mar Negro para atacar objetivos militares y civiles rusos, incluidos los gasoductos Turkish Stream y Blue Stream y los buques rusos que se desplegaron para protegerlos.
Las sanciones occidentales, se recordó en la reunión, aunque no afectan directamente a las exportaciones de alimentos, se convierten en muros infranqueables con las restricciones impuestas a los bancos, la logística y los seguros.
“Esto —advirtió— ya no se puede tolerar”. Pero, mientras tanto, ya se habla de un nuevo encuentro entre los presidentes turco y ruso, que podría tener lugar después de la reunión de la Asamblea General de la ONU, prevista del 19 al 25 de septiembre.
El objetivo de Ankara en la reunión de Sochi ha sido también llevar a cabo una mediación de paz en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Precisamente en este frente, el presidente turco sugirió que Kiev suavizara su postura “para avanzar conjuntamente con Rusia”.
En cuanto a las condiciones impuestas por Moscú, la respuesta de Kiev no se hizo esperar: “Hay que restablecer el acuerdo sobre las exportaciones de cereales a través del Mar Negro —declaró el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba— pero sin aceptar los caprichos y chantajes de Rusia”. Kuleba también subrayó que no se puede confiar en Rusia y que, por tanto, es necesario desarrollar corredores marítimos alternativos para abastecer las exportaciones ucranianas de estos alimentos.
Por otra parte, hubo un apretón de manos entre los dos líderes, Putin y Erdoğan, sobre el suministro de cereales a los países más pobres. Moscú, según aseguró el presidente ruso, hará pronto entregas gratuitas a seis países africanos. Mientras Putin se dispone a hablar de cooperación militar con el líder norcoreano Kim Jong Un en septiembre, según la Casa Blanca.
Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.