“Moscú está planeando contactos con Turquía y la ONU acerca de la situación del acuerdo sobre el trigo” en los próximos días, ha anunciado el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Andrey Rudenko. Mientras tanto, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, ha escuchado al secretario general de la ONU, António Guterres, para coordinar acciones que garanticen la exportación de cereales y fertilizantes desde Ucrania. Guterres, por su parte, hizo saber que “sigue manteniendo intensos contactos para poner fin a la suspensión de la participación rusa en la Iniciativa del Mar Negro”.
LAVROV EVOCA LA CRISIS DE LOS MISILES EN CUBA
Un soplo de aire fresco viene de la mano del placet para el movimiento de catorce barcos acordado por Naciones Unidas, Turquía y Ucrania, pero otros 218 barcos, entre los que parten y los que llegan, están parados en el Mar Negro porque el centro de coordinación no les permite pasar por corredores seguros. Rusia pide que se investigue lo que considera “el mayor ataque a Sabastopol desde el comienzo de la guerra” y acusa a Ucrania de permitir el paso de drones por el mismo corredor de seguridad garantizado para el transporte de grano. Rusia se siente “amenazada en sus fronteras”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y para que Occidente se dé cuenta de lo mucho que está en juego, evocó la crisis de los misiles cubanos de 1962.
Rusia pide que se investigue lo que considera “el mayor ataque a Sabastopol desde el comienzo de la guerra”.
NUEVOS BOMBARDEOS RUSOS
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, califica de indignante la represalia rusa sobre el trigo. Mientras tanto, en el terreno los combates no cesan, al menos cinco explosiones se escucharon al amanecer del 1 de noviembre en Kiev. El ejército ucraniano informa de que las fuerzas rusas ese día dispararon más de 50 misiles de crucero contra Ucrania.
Fuente: www.vaticannews.va / Imagen: Pexels.