Para el Servicio Jesuita a Refugiados, un aspecto clave para acompañar a los refugiados y a otras personas desplazadas es ayudarlos a poner en marcha actividades sostenibles que les permitan valerse por sí mismos.
En la capital de Uganda, unos 75.000 desplazados viven como refugiados urbanos, una vida llena de incertidumbres y dudas. La mayoría de solicitantes de asilo y refugiados que llegan a Kampala se encuentran en situación de indigencia: muchos se enfrentan a las barreras idiomáticas y carecen de medios para ganarse la vida, no saben cómo vender sus habilidades y no cuentan con un capital inicial para desarrollar oportunidades empresariales.
Para el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), un aspecto clave para acompañar a los refugiados y a otras personas desplazadas es ayudarlos a poner en marcha actividades sostenibles que les permitan valerse por sí mismos. Estas actividades de subsistencia se manifiestan en una variedad de áreas que incluyen capacitación profesional adecuada al mercado laboral, formación empresarial, acceso al capital y microcréditos, abogando por un clima político favorable, diversificación de ingresos y servicios de desarrollo comercial tales como desarrollo del mercado y orientación. Desde 2014, el JRS en África oriental ha colaborado con el Instituto de Banca y Servicios Financieros de Uganda (UIB) en la oferta de formación en gestión empresarial a todos los beneficiarios de los programas de capacitación en habilidades para la subsistencia del JRS en Kampala. Estos programas formativos incluyen moda y diseño, peluquería, artesanía, restauración y carpintería.
“Los servicios que aproveché del JRS me ayudaron mucho. Las formaciones me permitieron caminar hacia mi sueño de ser independiente y autosuficiente. Antes de estas capacitaciones, tenía dudas e inseguridades sobre comenzar y mantener el negocio de mi elección debido a la falta de herramientas y conocimientos adecuados, pero ahora he mejorado la autoestima para seguir con mi vida y con mi propio negocio”, dice Noella Kabale, de 25 años, refugiada de la República Democrática del Congo (RDC) que vive en Kampala desde 2012. Durante los últimos cinco años, ha asistido a cursos de inglés, moda y diseño, y capacitación empresarial, todos ellos ofertados por el JRS.
Junto con sus cuatro amigas, Noella aprovechó sus habilidades para crear redes, adquiridas a través del programa de gestión empresarial del JRS, para poner en marcha una organización comunitaria juvenil que prepara a refugiados y jóvenes vulnerables de la comunidad de acogida para desarrollar habilidades profesionales que les permitan mejorar sus medios de subsistencia. También impulsaron Refugeenow_Kampala, otra iniciativa juvenil que comercializa productos de los refugiados y aumenta su potencial a través de Internet.
Noella es un ejemplo de una juventud refugiada cuyo compromiso y participación en la programación del JRS África oriental ha tenido un impacto no solo en sus vidas, sino también en las de quienes les rodean. Ella ya no depende de otras personas para preparar solicitudes de préstamos o para que le expliquen el significado de un estado financiero. Controla su propia vida y oportunidades, algo que no siempre les resulta posible a los refugiados urbanos.
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Fuente: http://es.jrs.net